Socuéllamos,
21 de abril de 2015
Alberto:
Soy
una militante de base de IU. Me costó dar el paso a la militancia, porque mi
espíritu crítico no lo creía compatible con el trabajo en una organización,
razón por la que milito desde hace escasos tres años, aunque he simpatizado
siempre públicamente con IU y he sido votante de IU desde que tengo derecho a
votar.
También
soy una de las personas que ha firmado el Manifiesto “La militancia con Cayo”
fechado el 2 de abril de este año. Suscribo ese manifiesto desde el principio
hasta al final y me consta que, a pesar de la campaña orquestada contra él
desde parte de la dirección de esta organización, es una iniciativa de
militantes de base, de “mindundis” como yo cuya militancia política les/nos
ocasiona más de un disgusto personal y más de un llanto y si seguirnos es
porque la militancia la asumimos por cuestiones de conciencia (un deber por deber, que diría Kant). Un manifiesto que es un grito desesperado por
defender la legitimidad de nuestro proyecto, el de IU y que extraña que algunos
hayan tomado como un ataque hacia tu persona, porque no se lee eso en ese
texto.
Por
supuesto que una entiende que “los trapos sucios hay que lavarlos en casa”, que
hay que asumir la organicidad y que hay que respetar a nuestros dirigentes,
precisamente porque creemos que las organizaciones son más eficaces que la
lucha individual y que ello requiere estructura y disciplina consciente. No
obstante, “cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden
el respeto” y la situación actual se resume a la perfección en la frase citada.
Los
dirigentes de las organizaciones nunca deben olvidar su función de
representantes y máxime cuando alardean de ser defensores de la democracia.
Esta es la razón por la que me atrevo a escribirte de manera pública estas
palabras. Sé que no contestarás a ellas, sé que alegarás que mi postura es
pre-política, incluso puede que insinúes (tú o alguien de tu entorno) que me
mueven unos hilos invisibles y peligrosos que están dirigidos por no sé qué
mafia… No es la primera vez que me acusan de estas cosas, incluso en twitter he
sido incluida en una lista denominada MafiaBankia, o algo así. Al principio me
hacía gracia, me generaba risa, pero la verdad, a estas alturas me pone de un
cabreo que no te cuento hasta dónde llega.
El
caso es que no tengo ninguna animadversión contra ti en lo personal, es más, no
te conozco. He intercambiado si acaso tres palabras contigo mientras nos hacían
una foto en un acto público. Mi hermana y yo publicamos orgullosas esa foto
contigo en nuestras redes sociales porque nos sentimos orgullosas de la
filiación política que tenemos. Por aquellos entonces tú no eras candidato,
creo recordar que ni se había planteado tal posibilidad. De hecho escribiste un
artículo buenísimo (a mi juicio) sobre las primarias en los partidos políticos.
Hablabas allí de que un partido político tiene que estar a la vanguardia para construir hegemonía, y que hay que luchar
contra la intromisión que supondría en las organizaciones de izquierda dejar
que candidatos hechos populares por los medios de comunicación de masas,
pudieran competir con otros menos conocidos teniendo una desigualdad manifiesta
de partida. Meses después cambiaste de
idea y decidiste protagonizar unas primarias. Todos tenemos derecho a cambiar
de opinión y también tenemos derecho a seguir defiendo los mismos
posicionamientos políticos, gocen o no de la aprobación de la mayoría. Por
ello, permíteme que igual que alabé y alabo los argumentos
que tú esgrimías para considerar poco convenientes unas primarias en una
organización de izquierdas, ahora cuestione los posicionamientos políticos que
has protagonizado en los últimos tiempos (especialmente el último año).
Sinceramente,
me desconcierta que unas veces digas que sí, otras que no y otras que tal vez.
Me inquieta que gastes más energías en contestar a los aplausos que te llegan
desde las bases de otras organizaciones, que el que empleas en intentar ganarte
la confianza de la base militante de IU (no sé si será cierto, pero parecer, lo
parece). Porque claro que la militancia debe defender a su candidato, pero este
también debe hacer lo posible por ganarse la confianza de sus bases y de
dignificar el trabajo que estas hacen de forma callada y generosa. Por eso,
cada vez que te escucho públicamente decir que la “nueva” IU que vas a
construir bla bla bla, no es que me indigne, es que se me rompe el alma, tan
claro como cierto. Porque recuerdo a muchas mujeres y muchos hombres que han
dado casi todo (algunos incluso todo) por este proyecto, gentes voluntariosas y
dignas que han puesto al colectivo por encima de sus intereses personales,
gentes a las que tú con esas declaraciones les dices que no ha valido la pena su
lucha y su sacrificio.
No
me leerás a mí justificar a ningún jeta, ninguno; a ningún sinvergüenza,
ninguno; especialmente si son de los míos porque estos son los que me
defraudan, ya que sigo esperando algo de esos que se dicen de izquierdas. Pero
tampoco me gustan los oportunistas que aprovechan el descrédito de la política
en general para aparecer como inmaculados y buenos ante los ojos de la gente. El
discurso antipolítica es tan peligroso que no deberíamos permitirnos el riesgo
de aplaudirlo, aunque ello tuviera algún rédito político. Porque la
antipolítica es la antesala del fascismo y las crisis capitalistas ya sabemos
lo que han traído y traen.
Así
las cosas, resulta más que paradójica tu postura respecto a la conveniencia de
no dividir más el voto de la izquierda y por ello apoyar una lista para el
ayuntamiento de la capital cuya candidata reniega de las organizaciones
(incluso de la de Podemos, que le es la más cercana) y que abre las puertas a
la legalización de la prostitución. Me desconcierta tu defensa pública de la
lista de Ahora Madrid por motivos de la unidad de la izquierda. Siguiendo con
tu razonamiento, para las elecciones generales de noviembre, ¿tampoco tendremos
que defender una candidatura de IU encabezada por ti? ¿Tendríamos que
someternos directamente a Podemos, Ahora España, o lo que sea? ¿O sí habría que
defender al candidato de IU, o sea tú, ya que
en ese caso no sería tan
perjudicial el hecho de dividir el voto de izquierdas?
Por
cierto, que Podemos es de izquierdas es algo que hay que creer por cuestiones de
fe, puesto que las declaraciones públicas de los integrantes de esta formación
inciden, hasta la saciedad, en posicionarse como ni de izquierdas ni de
derechas (lo que en mi pueblo siempre han hecho, curiosamente, las gentes de
derechas) y, a lo sumo, llegan a defender posturas socialdemócratas que
difícilmente pueden contribuir a la transformación social que nuestro país
necesita y que IU viene defendiendo desde siempre. Si los pactos con el PSOE
han sido criticados por parte de nuestra militancia por edulcorados (el último
pacto más criticado por ciertos dirigentes aunque fue aprobado mayoritariamente
por la militancia de IU), ¿por qué ahora sí hay que asumir el lavado de cara
del capitalismo como el fin último a perseguir?
Ya
sé que soy una simple profesora de filosofía de un instituto público, ya sé que
soy de un pueblo de La Mancha y que acabo de llegar a esto de la militancia
política, ya sé que la realidad es compleja y que algunos puede que no veamos.
Pero, Alberto, por si las moscas y los equivocados no somos nosotros, no
estaría de más que esa parte de la presidencia federal que tú pareces encabezar
no ignorara que el error de Carrillo fue olvidarse de que su misión era ser la
voz del colectivo, siempre del colectivo.
Difícil es que las bases puedan hacer llegar su postura a las “altas esferas”
si nuestras preguntas se interpretan como ataques y no como cuestionamientos
legítimos de unas bases que no quieren que nadie
decida entregar su organización a nadie. Y si es cierto que esta
organización ya no sirve, dígannoslo ya, porque muchos y muchas estamos
entonces perdiendo nuestro tiempo. Y el tiempo es la única posesión cierta que
tiene el ser humano, pese a que el capitalismo nos haga vendernos por un
salario. No utilicen prácticas del enemigo también con las bases, “un poco de por favor” (como soy pueblo y no entiendo
mucho, soy más de estas series que de “Juego de Tronos”, ea).
Siempre
Salud y República
Esther
Díaz Pedroche (militante de base de IU)
Destilas pasión y buena voluntad,sigue así.
ResponderEliminarBonito artículo y que vivan los pueblos y sus gentes,aupa.
Muy buen articulo 👏👏
ResponderEliminarAprende a escribir, cacho de carne con ojos.
ResponderEliminarAdemás eres más fea que pegar a un padre con un calcetín sudado.
Tienes cara de que te cagaran, en vez de parirte.