martes, 23 de diciembre de 2014

La Torre de las Vanidades

Ayer di mi segunda rueda de prensa y mi primera como representante local de IU en Socuéllamos. La primera no tuvo mucha repercusión en los medios, razón por la que a veces nuestro mensaje no llega a la ciudadanía, aunque nostrxs seguimos en la lucha. En aquella ocasión dábamos a conocer una campaña regional del área de Educación en la que mostrábamos nuestro rechazo pleno a la LOMCE. Nos costó que nuestro mensaje llegara, pero poco a poco ha ido calando en la población la perversión de esta ley educativa que quiere convertir al alumnado en meros eslabones del engranaje consumista.



Pues  bien, ayer el tema era la famosa y controvertida Torre del Vino o, como nos gusta llamarla a nosotrxs, "la Torre de las Vanidades". Hemos asistido asombradxs en los últimos días a la aparición en las televisiones de ámbito estatal de Socuéllamos. Hemos sido noticia hasta en "El Intermedio" o "El objetivo". Lástima que tengamos que ser noticia por cosas tan penosas. No obstante, parece que fuera del pueblo ven algo más claro que este derroche y despilfarro es intolerable, ahora en tiempos de crisis y antes en tiempos de bonanza. Por esa razón nosotrxs llamamos a la obra en cuestión la "Torre de las Vanidades", porque el único objetivo que le vemos satisfacer es el ego de un alcalde que ha confundido la confianza que sus vecinxs le han ido otorgando, hasta ahora, en fe ciega.

Somos una población de alrededor de 14.000 habitantes con problemas serios de paro y escasa oferta laboral; con muchísimos jóvenes que, una vez han realizado sus estudios universitarios, no pueden regresar a su pueblo porque no hay salidas; con jóvenes que ya emigraron a la ciudad o al extranjero porque aquí sólo encontraban desesperación; con gentes de más de 45 años que tienen complicadísimo reincorparse al mundo laboral y con una escasa vida cultural y asociativa (salvo la relacionada con el tema religioso, folclórico o futbolero -absultamente respetables, por supuesto-).

Cuando hablamos así se nos tacha de no querer a nuestro pueblo o de no querer el progreso para nuestro pueblo. Semejante afirmación sólo puede obedecer a las ganas de seguir tergiversando la realidad, para seguir haciendo con ella lo que se les antoja. Porque ¿cómo no vamos a querer a nuestro pueblo gentes que hemos vivido siempre en él? ¿Cómo no nos va a preocupar el futuro de Socuéllamos a gentes que tenemos y criamos hijxs en él? Precisamente porque nos preocupa nuestro pueblo, precisamente por eso, no nos resignamos a aceptar que éste es el único Socuéllamos posible.

La primera forma de poder solucionar un problema es siendo conscientes de que tenemos un problema. Autoengañarse, mirar para otro lado, cerrar los ojos y no ver la realidad sólo ayuda a perpetuar la situación. Y la situación, señores y señoras, no es buena para la mayoría de los vecinos y vecinas de Socuéllamos. Y esta situación tiene responsables; no es algo venido del cielo por casualidad. Los responsables son nuestros representantes políticos locales, encabezados por nuestro señor alcalde, Sebastián García Martínez.

Cierto es que los socuellaminos y socuellaminos han confiado mayoritariamente en él durante cinco mandatos consecutivos, pero segura estoy de que esa confianza nunca ha sido carta blanca para hacer y deshacer a su antojo. Porque es muy fácil hacer grandes obras con el dinero de todxs, pero la labor de un gestor es gestionar bien los recursos de todxs, no despilfarrarlos. Y se mire desde el punto de vista desde el que se mire, el Museo Municipal Torre del Vino es a todas luces un despilfarro. Lamentablemente el mal está hecho y poco podemos hacer ya, salvo asumir esa deuda gigantesca en la que el señor alcalde nos ha metido a todxs. Pero quizá estemos a tiempo de parar que la tropelía siga en aumento. Desde IU Socuéllamos creemos que una deuda de 3 millones de euros es suficiente y que no necesitamos (y menos en estos momentos de emergencia social) seguir aumentando dicha deuda. Por ello, seguimos oponiéndonos enérgicamente y mostrando nuestro total rechazo a la urbanización de los exteriores de la Torre de las Vanidades.

La conocida como "obra del Bulevar¨ ha encontrado el rechazo de parte de los vecinxs afectadxs, de lxs concejalxs de la bancada de la oposición y de los grupos políticos locales que, en estos momentos, no tienen representación institucional (UPyd, Podemos e Izquierda Unida). Sin embargo, el señor alcalde sigue erre que erre, porque ahora toca engalanar la Torre de las Vanidades. Le da igual que haya vecinxs a quienes les cueste llegar a final de mes, vecinxs que estén sufriendo pobreza energética (lo que significa que están pasando frío porque no pueden encender la calefacción), vecinxs que han tenido serias dificultades para comprar el material escolar de sus hijxs... Él sólo sabe decir que era una promesa electoral de su programa. Señor alcalde, la realidad cambia y las personas con un mínimo de sensibilidad son capaces de adecuarse a la situación. Y la situación actual no está para aumentar en 1,2 millones de euros la deuda municipal. Máxime cuando los terrenos están adecentados, porque se alquitranaron a toda prisa por la cercanía de las últimas elecciones municipales -curioso, parece sólo haber prisas en hacer obras en fechas electorales- y cuando ese dinero podría dedicarse, por ejemplo, a un plan de emergencia contra la pobreza local o un plan de empleo local. Creo yo que un millón de euros dan para mucho más que para hacer "bonita" los aledaños de la famosa Torre.

Ojalá y esta vez la oposición socialista, que parece haber despertado de su letargo, coja brío e impulso y con el apoyo del resto de lxs vecinxs y del resto de la oposición consigamos parar este nuevo atropello al sentido común. Los socialistas contarán con nuestro apoyo y trabajo en esto, por supuesto, y gustosxs nos ofrecemos a colaborar en luchar para parar la Obra del Bulevar.

Nos satisface ver que cada vez más vecinos y vecinas de Socuéllamos se atreven a dar la cara y a manifestar su rechazo a una forma caduca de entender la política. El miedo que se vive en la localidad a manifestar públicamente nuestro sentir y parecer es propio de épocas pasadas que, sin embargo, en Socuéllamos parecen muy presentes (no hay más que ver el nombre de las calles). Estamos en el buen camino porque votásemos lo que votásemos, la soberanía (el poder real) está en nosotros y nosotras, en la gente de Socuéllamos y por ello debemos ser conscientes de nuestro poder. Y se acercan unas fechas ideales para mostrar nuestro rechazo a este despilfarro, aunque es  en el día a día cuando tenemos que mostrar lo que queremos y deseamos para nuestro pueblo hablando alto, claro y sin miedo. Queremos un progreso que consista en algo más que granito, un progreso que se note en la vida de la gente corriente. Otro Socuéllamos es posible y vamos a luchar para conseguirlo. ¿Te animas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario