domingo, 16 de noviembre de 2014

Cayo Lara: la honestidad, la generosidad y el compromiso

Ayer me levantaba con ganas de volver a enviar a la blogosfera mis reflexiones y pareceres, pero no sabía qué tema podía ser el elegido para empezar esta nueva etapa. Parece que la actualidad me lo ha puesto fácil. Cayo Lara anuncia que no se va a presentar a las primarias de IU para encabezar la lista de las elecciones generales. Es decir, que da un paso a un lado, lo que no significa (espero y deseo) que se  vaya. Y esta noticia no me sorprende, más bien me ratifica lo que yo sé desde hace tiempo: Cayo es un buen hombre, un hombre bueno. Un hombre que ha dado al colectivo lo mejor de sí mismo y ha sabido y entendido desde siempre que lo importante no son los líderes, sino los colectivos. Un hombre coherente y fiel a sus ideales y valores que nunca se ha vendido y que nunca ha antepuesto intereses personales a lo que la mayoría pedía.
Hoy recuerdo cuando lo conocí, allá por el 2003. Yo iba de candidata suplente en las listas autonómicas de IU en Castilla La Mancha y viví aquella campaña cerca de Cayo, quien además de ser el candidato a la JCCM era candidato a la alcaldía de su pueblo, Argamasilla de Alba. Había sido mucho tiempo alcalde de su pueblo, conocido como la "Isla Roja" en la provincia, razón por la que mi hermana y yo habíamos decidido elegirlo como primer destino en las peticiones de interinidades de aquel año. Mi hermana me "robó" aquella plaza que yo deseaba, pero tuvimos las dos la oportunidad de conocer en persona a Cayo.


Cayo emociona en sus discursos porque habla de cosas que todo el mundo entiende, pero en el tú a tú enamora y engancha. Engancha por lo generoso y humilde que es siempre, por lo mucho que una se siente valorada cuando habla con él y por ese trato tan humano que tiene con todo el mundo. Recuerdo que se me ocurrió ir a la Televisión Local de aquella época para pedir que me grabaran porque iba en las listas de IU. Yo era joven y no sabía nada de política real (algo sabía de filosofía política) y desconocía por completo que esos espacios se pagaban. No obstante, como esto es un pueblo y todos nos conocemos, me grabaron y hasta emitieron la grabación una vez (después, hubo fallos técnicos y la grabación se perdió). En mi "intervención televisiva" explicaba que aunque IU no tenía candidatura local, sin embargo, una socuellamina iba en la candidatura de IU provincial y explicaba brevemente nuestra oposición a las privatizaciones de servicios públicos que había hecho el gobierno socialista, a la subida de la escuela concertada en nuestra región, etc. Se lo mandé a Cayo para que lo viera y recuerdo que alabó mi "hazaña" como si hubiera descubierto la vacuna contra una terrible enfermedad.

Cayo es tan generoso y humilde que siempre que hablas con él te sientes importante, necesaria y válida en la lucha. Razón por la cual creo que ha conseguido prender tantas llamas en tantas gentes que conozco, militantes abnegadxs que pasan su tiempo libre organizando encuentros, manifestaciones y protestas para concienciar al resto de que nos jugamos mucho en la batalla. Y él siempre se quita importancia, parece que no hace nada. Mi hermana y yo lo acompañamos a un mitin en Madrigueras aquel 2003 y asistimos a dos mítines que dio en su pueblo, Argamasilla. Es cierto que nunca había ido a ningún mitin, pero me fascinó escuchar a aquel hombre que decía esas cosas tan importantes, tan sencillas y tan de verdad y me horrorizó el nivel de los políticos locales que yo "padecía", porque en nada se parecían sus intervenciones a las de Cayo. Sin embargo, todo el viaje hasta Madrigueras y de vuelta a Argamasilla Cayo no paró de agradecernos que lo acompañáramos, cuando éramos nosotras las que estábamos agradecidísimas por aquella experiencia inolvidable. Pero claro, Cayo hacía muchos viajes por toda Catilla La Mancha, porque era coordinador regional, y los hacía mayoritariamente solo y la compañía le daba más alas, como nos decía. Nosotras nos asombrábamos de esa resistencia en la lucha, de ese no desfallecer. Porque ahora es relativamente fácil, pero aquellos tiempos fueron duros, durísimos para IU y Cayo estuvo siempre ahí, sin desfallecer.

Llegó el día que lo nombraron Coordinador general y mi hermana Montse escribía esto en su blog A Cayo Lara: La gente que me gusta. Nos sentíamos las dos reconciliadas un poco con el mundo, porque Cayo había llegado alto y se lo merecía. Cayo nos acompañó en una cena en mi casa después de aquello y volvimos a disfrutar del tú a tú y de la charla. Ha habido más ocasiones, por supuesto, y más que espero que haya y que seguro que habrá, porque Cayo es el culpable de que yo me haya metido en este lío de la política local y sabe que me debe una visita. Digo que es el culpable porque una se siente comprometida a seguir con la lucha cuando lo conoce, cuando descubre esa resistencia que ha tenido siempre y se siente en deuda con alguien que ha dado tanto, se siente comprometida a colaborar un poquito en ese proyecto que necesita de todxs.

Hoy Cayo ha vuelto a demostrar su TALLA MORAL con la decisión que ha tomado, poniendo por encima de su beneficio personal, el bien de la organización. No estoy segura de que esto sea lo mejor para la organización, pero confío en su criterio y sé que si lo hace es porque deja las cosas en buenas manos. No obstante, yo sigo creyendo que su labor como coordinador federal es esencial, porque él ha sabido pacificar, reconstruir y fortalecer a IU de forma magistral (el cainismo es algo viejo dentro de la izquierda, lástima). Por esta razón, me han dolido ciertos comentarios que he escuchado desde dentro hacia Cayo. Reconozco que nunca he sido objetiva porque lo aprecio en lo personal, pero también creo que es ya URGENTE que ciertos prejuicios elitistas desaparezcan de una organización como IU. Cayo es un campesino, claro que sí. Cayo no tiene estudios universitarios, no. Pero Cayo sabe más de política, de organización y de gestión que muchísimxs que van dando lecciones desde sus torres de marfil. 

Cayo se despide diciendo que no cree en líderes, porque Cayo sabe que él no sería nada sin el colectivo que siempre está detrás, como IU no sería nada sin los militantes de base que le dan sentido y fuerza (espero que ningún ego olvide esto). Cayo le debe mucho primero a su familia (su mujer e hijos) que han perdido tiempo valioso en su compañía porque lo han cedido (todxs) a la lucha por un mundo mejor. Cayo le debe mucho a toda esa militancia y organización de Argamasilla de Alba que tanto ha apostado y luchado por hacer realidad eso de que otro mundo es posible (y es verdad que Argamasilla es diferente, aún estando en la Mancha profunda, debido claro al trabajo de base que se hizo durante tantos gobiernos locales de IU). No quiero nombrar a nadie para que nadie se me olvide, pero hay tantxs segundxs, tercerxs, que hacen posible que IU siga fuerte a pesar de todos los inconvenientes, que el ejemplo de Cayo de hoy sólo sirve para resumir la lucha diaria de tanta gente.

Por mi parte, sólo me queda reiterar mi admiración, mi respeto y mi agradecimiento. Cayo, te seguimos necesitando porque eres de los imprescindibles.
Un abrazo, Esther

2 comentarios:

  1. Suscribo lo dicho. Yo soy compañero de Albacete, dónde también ha estado muchos años en primera fila y desde dónde, me acuerdo, salió un viernes con mi padre para Madrid para participar los dos en el comité federal del que luego volvieron con Cayo como coordinador. Y lo que lo celebramos.

    Mucha suerte con el blog y a escribir. Un saludo.

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  2. Muchas gracias por los ánimos y estamos en contacto. Salud.

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